El caserío es una tipología de arquitectura popular que se encuentra en muchas regiones de España, especialmente en el País Vasco. Esta forma de construcción se caracteriza por el uso de materiales locales y la adaptación al clima y al terreno.
El caserío suele estar compuesto por varias edificaciones agrupadas en torno a un patio central. La estructura suele ser de madera o piedra, y los techos pueden ser de tejas o paja. En algunos casos, el caserío cuenta con un corral o una era donde se realizan las tareas agrícolas.
Distribución interior del caserío
La distribución interior del caserío varía según la región y el uso que se le dé. En algunas zonas, la casa principal está situada en el centro del patio y alrededor de ella se encuentran las cuadras, los almacenes y las cocinas. En otras, la casa principal se encuentra en uno de los lados del patio y el resto de las edificaciones están dispuestas en torno a ella.
Caseríos y entorno
Uno de los aspectos más interesantes del caserío es su relación con el entorno. La construcción se adapta al terreno ya las condiciones climáticas de la zona. Los muros suelen ser gruesos para proteger del frío en invierno y del calor en verano, y las ventanas son pequeñas para reducir la pérdida de calor.
Otro elemento característico del caserío es el uso de materiales locales. La madera y la piedra son los materiales más utilizados, aunque en algunas zonas también se utiliza el adobe. En muchos casos, los materiales se reciclan y se reutilizan para construir nuevas edificaciones.
El caserío es una forma de arquitectura popular que ha evolucionado a lo largo del tiempo. En algunas zonas, se han realizado cambios para adaptar las edificaciones a las necesidades actuales.