A diferencia de lo que se pueda pensar, el término masía incluye tanto la vivienda de la familia como las construcciones y los espacios anexos a esta como el eran, las cortes, la paliza, el granero, etc ..
Marc-Aureli Vila (1980) ilustra mediante un mapa los diferentes conceptos que se utilizan según variantes dialectales. Estos conceptos, los encontramos plasmados en los topónimos de muchos de los pueblos de nuestras tierras:
En la que llamamos Cataluña Vieja, los nombres más habituales, normalmente empleados indistintamente, son los de "mas" , "Masía" o "Casa de campo" para designar una vivienda aislada, en medio de cultivos y de bosque, donde reside una familia que tiene como medio primordial de vida la agricultura o la cría de ganado y en algunos lugares la explotación del bosque, la madera o las carboneras.
Las Masías:
En Cataluña, se han convertido en las construcciones más representativas de esta región. El origen de estas se remonta al siglo IX cuando eran propiedad del señor feudal.
Durante el siglo XIV la peste negra que asoló a gran parte de la población, hizo que estas construcciones fueran abandonadas de manera progresiva y quedando en desuso la mayoría de ellas.
Serían los campesinos que sobrevivieron a la peste negra los que consiguieron seguir viviendo en ellas sin pagar apenas tributos al señor. Con el tiempo pasarían a convertirse en viviendas familiares unidas a la explotación agrícola y ganadera, llegando hasta hoy de padres a hijos, heredándolas tradicionalmente el primogénito.
Se trata de edificios compuestos normalmente por tres o cuatro plantas y cuyas divisiones se realizan mediante crujías perpendiculares a la fachada, estando siempre la entrada situada en la parte central. Se accede al interior por un zaguán que deja al lado las cuadras, bodegas y almacenes y en el lado contrario suele estar situada la cocina.
Se trata de edificios compuestos normalmente por tres o cuatro plantas y cuyas divisiones se realizan mediante crujías perpendiculares a la fachada, estando siempre la entrada situada en la parte central. Se accede al interior por un zaguán que deja al lado las cuadras, bodegas y almacenes y en el lado contrario suele estar situada la cocina.
A través de una escalera se accede al piso superior donde se encuentran los dormitorios y en el centro una estancia que predomina sobre el resto, la sala. La tercera planta solía ser el desván. La fachada por lo general es de piedra y mampostería muy gruesa sin revocar, con cubiertas de teja dispuestas en dos o en cuatro vertientes.
Además, al igual que ocurre en otras construcciones populares del resto de España, nos encontramos con una explotación agrícola dotada de elementos defensivos e incluso torres circulares que protegían la propiedad de los ataques de los bandoleros.